A mi sobrino

De tu cuna… un beso.

Tu risa un renglón subrayado
en el cuaderno de mis recuerdos.
Pasitos de niño marcando un sendero,
como un peregrino en la vereda del tiempo.
Tamboril…pum,pum…
Corazón…pum pum, pum pum…
ritmo de vida y sentimiento.

Voy a sacar a bailar,
a boda tocan campanas,
y que la alegría aprenda
a bailar por sevillanas.

He “contao” los días
y almacenado los sueños,
Septiembre trae las alforjas
llenas de caricias y besos
Que no…
que nadie puede amarrar el tiempo.


Cinta , Conquero.
Rocío, marisma y romero.
Y en el trascon del carro
dos vidas que el amor a envuelto.


Como un encaje sonoro,
ya se escucha el tamboril,
encajes lleva la novia,
Tiruri, tiruri, tiruri.
Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, SI…quiero.


                                     Manuel Fernández

 

Dedicado a Bollullos

Y la brisa marinera,

se perfumó de aromas de vinos.

Y de un sarmiento nació una vela,
verde vela…
Y la tierra parió, con raíces de colores
racimos de papelillos.


Y en las copas, con las coplas
descorchamos estribillos.
Vendimiamos carnavales,
en el mes de febrerillo.
Embotellando fantasía del condado
con privilegio colombino.
¡Qué cabalgata la nuestra!
Dos hermanos haciendo tipo.


¡Bollullos brindo contigo!
Con la “sangre” de tus campos.
Con serpentinas y brillos.
…¡Bollullos sabe distinto!


Que este año la cosecha de carnaval,
es la cosecha del siglo.
Con denominación de origen,
Huelva- Bollullos
Bollullos- Huelva,
y con el dios Momo a la mesa,
no hay trago más exquisito.


                                     Manuel Fernández




Manolo y Mariangeles

Y confundo los pronombres
que Tú me sabe a Yo
y Yo sin ti vacio
sol de ocre y suspiros.


Ríe la ría
en un  Abril sin rosas blancas.
La brisa hilandera
tejió de pétalos
tu blanco velo morena.


Negra reja, blanca ermita
fundición de amores
la marinera chiquita
hasta funde los pronombres
y entre Tú y Yo
escribió por siempre ...Tuyo




Manuel Fernández (15 de Abril de 1990)

                                                        

CUPLE


Manuel, te la voy a cortar,

que me vas a matar
A mí, me gusta el carnaval
pero eres un criminal.
El maquillaje de AVON
los guantes del Aqualon
pero para el pegamento fuiste al Leroy.
Las lentejuelas me pego con Supergen,
parecía un rasca de la ONCE mire usted.
Pero he vuelto a caer, y tengo un resquemor.
Que dolor de cabeza por favor.
Me ha puesto la corona con chincheta, este mamón.

ESTRIBILLO


Cantare, brindare por mi carnaval.
Cantare, brindare por mis carnavales.
Y por la choquera, mujer de bandera,
Doña Cuaresma es un carcamal.
Sí, siempre por ti vuelvo a resucitar.
Soy un señor, soy un truhan soy Don Carnal.

¡Enhorabuena     presidente!

Tiene tanto carnaval en sus venas,  que ya no se sabe si tiene leucocitos o diminutos papelillos  que lo envenenan  de la magia de Febrero. Es de los que siempre han estado arrimando el hombro, de los que aman esta fiesta y las cosas de Huelva.

Kiko es incombustible, si de carnaval hablamos, es esa serpentina que zigzagea desde los años ochenta por los callejones de la fiesta de Don Carnal.

Ganas no le faltan.

Constancia más que muchos.

Ideas muchas.

Creo que el saco de las ilusiones  lo trae lleno, se ha reunido de buena gente y capaz.

Ya solo le falta  que el mundillo del carnaval ( y digo mundillo  por que seguimos siendo cuatro gatos) lo apoye.

Para hacer  un buen

CARNAVAL

Como

Originariamente

Los

Onubenses

Merecen

Bueno

Inigualable

Nuestro y

Original

Comparsa: Escuela de arte. 1989

Autor letra: Manuel Fernández.
Autor música: Manuel Cordero.

En 1956, Dolores Medio escribió “Funcionario público”, novela desgarrada donde se narran las penurias de Pablo Marín, funcionario atado a un sueldo mísero que malvivía en un cuartucho junto a su mujer.



Tras las décadas siguientes de desarrollo, la figura del empleado público casi indigente, trasunto del cesante de novelón galdosiano, fue poco a poco hundiéndose en el olvido.

Pero en los últimos días, la cloaca política y mediática neoliberal ha babeado de placer ante los ecos de una posible congelación salarial a los funcionarios. Sin embargo, nada sería más injusto que pasar la factura de la crisis a este colectivo. Así, en los momentos de hervor económico y ladrillazo, un encofrador podía duplicar el sueldo de un Técnico Superior de la Administración, y para conseguir que un albañil viniera a casa había, poco menos, que apuntarse en una lista de espera y cruzar los dedos.


Mientras los funcionarios perdían poder adquisitivo y realizaban malabarismos contables con el sueldo, miles de paletos de eructo, puti club y caspa montaban una constructora y juntaban billetes de quinientos euros como cromos. Legiones de jóvenes abandonaban los estudios y dejaban sus libros escolares criando polvo mientras se pavoneaban en coches refulgentes… ¿los funcionarios? Unos “pringaos, hombre, unos “pringaos”… ¿para qué estudiar?, ¿para qué invertir?, ¿para qué innovar?…

“España va bien”.

Y mientras tantos celebraban sus ganancias entre cubatas, risas, rayas de coca y “España va bien”, miles de hombres y mujeres habían inmolado sus mejores años junto a una taza de café cargado, un flexo y un temario de oposiciones. Con los codos clavados en una mesa, viendo la vida desfilar a través del claroscuro de un ventanal, a la espera del momento crucial y temible de los exámenes.

Pues bien, ahora resulta que, según los neoliberales, los efectos de aquellos excesos han de pagarlos los “privilegiados funcionarios”, precisamente el colectivo que apenas se benefició del auge económico y que, por supuesto, no provocó la crisis. Según ese planteamiento no pidamos cuenta a las entidades bancarias que prestaron dinero sin las debidas garantías. No pensemos que las ganancias obscenas de la especulación acabaron en paraísos fiscales. No indaguemos en ayuntamientos y comunidades que dilapidaron millones encargando obras absurdas que enriquecieron a empresarios. No, no… todo esto que lo paguen los funcionarios.

Sí, los funcionarios, aquellos “pringaos” durante los años del falso esplendor económico. Sí, el juez que sacrificó como poco cinco años en una oposición terrorífica (aparte de los cinco de carrera) para ganar menos que muchos fontaneros. Sí, los miles de opositores que hubieron de recurrir al Lexatín, el policía que se juega la vida por mil quinientos euros mensuales, el auxiliar que no gana más de novecientos… ¡resulta que estos han de pagar la crisis y son unos “privilegiados”!


Fuente:
Gustavo Vidal Manzanares es jurista y escritor (Agenda de ideas 19 de Mayo del 2010)

Eldía el 8 de JUNIO, habrá una MANIFESTACIÓN en Huelva que saldrá a las 12 horas desde el paseo Santa Fe hasta la Plaza de las Monjas.






Es importante vuestra participación en la Huelga y en la Manifestación, no solo se recorta los salarios de los Empleados Públicos, esto repercutirá a todos los ciudadanos y ciudadanas en los SERVICIOS SOCIALES (pensiones, sanidad, educación, ayuda a la dependencia, fuerzas seguridad…) que tenemos actualmente .