Un día inolvidable, cargado de emociones, estas que a veces había pensado que ya no tenía.
Mi primera vez, pasado ya más de medio siglo, que tengo un privilegio de estar delante de un Cristo que junto con su hermandad, vi nacer cuando correteaba de niño por su misma plaza.
El cautivo estuvo presente siempre, antes y durante mi enfermedad.
En este año tan especial para mí, para mis familiares y mis amigos, han sido muchas las muestras de cariño que se han mostrado hacia mi persona, todas ellas llenas de sinceridad, las cuales he sentido en momentos muy delicados que pase de salud, siempre será un motivo para agradecer eternamente este aliento de amor que he recibido durante este tiempo.
La junta de gobierno de la hermandad de Nuestro Padre Jesús Cautivo, en un gesto máximo de honor, privilegio y orgullo, me concedió
La oportunidad de estar junto a él, en la primera “levanta “, antes de empezar su caminar hacia su estación de penitencia, supuso para mí un cumulo de emociones, que aunque intente aguantarlas, me resultaba imposible de poder contenerlas.
Su capataz llama a sus costaleros, y los avisa de que Manuel Cordero este año dará la primera orden privilegiada de avanzar ,en ese momento intento tragar mis sentimientos en mi garganta, y a la misma vez improviso unas palabras que salen desde el corazón, intento impregnarlas de aliento y esperanza para todos los que se han visto enfrentados a una enfermedad tan grave como es el cáncer, para estos enfermos y para sus
familiares ,les intento transmitir la posibilidad de salir de ella, lucha y esperanza, son dos buenos antídotos para poder con ella, el esfuerzo de sus costaleros es para nosotros una prueba de fe,
Y con su sacrificio, nos motivan a todos para ver la luz que buscamos.
Bien saben los que me conocen que me cuesta creer en lo que no veo, pero quizás sea por eso, por lo que me hayan puesto a prueba.
Cada uno que piense lo que quiera, cada uno que se agarre a lo que quiera, cada uno que luche como pueda, pero lo principal es que se piense, se agarre y se luche contra todo lo que te haga daño.
Se terminó el lunes santo, El Cautivo estuvo conmigo, le pedí la oportunidad de seguir peleando, espero de verdad que me conceda oportunidades y opciones para seguir viviendo.
Mi sincero abrazo al Hermano Mayor de la Hermandad ,Antonio Jesús junto con su junta de Gobierno, a sus capataces, a sus costaleros, a sus fieles, a todo mi barrio, y por último a todos los que me quisieron acompañar ,a mi familia y a mis amigos.
A todos gracias
Manuel Cordero Fernández
D. Manuel Cordero |
No hay comentarios:
Publicar un comentario