Hija mía me perdonas
que necio fui, que torpe y que ciego
cuando llegabas a casa
y era mi hombro blanco pañuelo.
Tú me hablabas de tus miedos
y yo quitaba, leña del fuego.
Te quejabas del momento
en que diste aquel "si quiero",
cuanto te dolían tus niños
te quejabas de tus huesos.
Tus sollozos dos puñales
y tus lágrimas cristales
clavaron mis sentimientos.
Cuando el llanto te rendía
me decías que le querías,
yo me tragaba mi rabia
y te abrazaba mi niña.
Malos tratos que te daba,
malos tratos que dolían,
aquí adentro de mi alma.
No, que no hay justicia maldita sea
que a la mujer la cuide y proteja
de esos machistas y malas bestias
que la machacan por indefensa.
No, que no me perdonaré en la vida
no haber matado a esa sabandija
a ese canalla, a ese cobarde
que se atrevió con mi princesita
No me perdonare nunca,no volver a ver su cara,
no sentir su abrazo, ver su risa,
ni el calor que daba su cariño.
No volver de nuevo a oír su voz
Si, si hubiera puesto remedio
no estaría hablando a tu foto
solito en un cementerio.
Comparsa: El Orfanato 1999
Autor de la letra: Manuel Fernández
Autor de la música: Manuel Cordero
