2002-REVISTA OFICIAL "Carnaval"
Desde 1985 la serpentina ha tocado con su
porosa y coloreada piel de papel los perfiles más sutiles de mis sentimientos.
La guitarra con sus seis barrotes sonoros han encarcelado mis letras, dándoles
forma de pasodobles, cuplés, estribillos y popurrís.
Desde “Mediterraneo” hasta “Los Polizones”,
mi camino por el Carnaval no ha sido como el de un “Juan Palomo”, he contado con
amigos (comparsistas) que con sus melodías, contraltos, segundas y redobles han
dado otra dimensión al noble arte de la composición.
Pero, como bien dijera Ortega y Gasset; “Yo
soy yo y mis circunstancias”, y en este caso mis circunstancias tienen nombre y
apellidos, Manuel Cordero, músico y director donde los haya.
Este mundo de la farándula guarda en el
cofre variopinto de su memoria muchas horas de mi vida, horas que con el tesón
que da la impetuosidad y el fanatismo de la juventud, se convirtieron en bocetos
de personajes que tomaron vida, de decorados que vivenciaron pasiones, de
maquillajes que nos transportaban a ese mundo intangible de la
fantasía.
Han llovido muchos papelillos, ríos de
coplas han iluminado cada año nuestra ciudad cuando Febrero asoma, encogido por
el frío, su nariz de payaso, su gorro de bruja o a compás con un repique de
dedos. Febreros pasados que alguno de sus veintiocho días tuvieron a bien
colmarme con sus laureles…”Escuela de Arte”, “Autores”, “Al compás de mi
tierra”, “Truco Truquitrá”, “El Orfanato”…
El Carnaval, cuya metamorfosis he visto
desde dentro y a veces como espectador o jurado, ha ido dejando atrás su piel
más primitiva para acicalarse con la frescura de su gente que se embarca en el
altillo lleno de ideas y sobre todo de ganas; pero toda renovación corre el
peligro de derribar con la maza del olvido la solidez de unos cimientos y de sus
cimentadores; porque no hay nadie más prisionero de su futuro que quien olvida
su pasado.
El Carnaval quiere hacerse grande y salir a
la calle sin tener que ir cogido de la mano, para ello todos somos necesarios,
desde el respeto a nuestra parcela individual (autores, directores,
comparsistas, murguistas, cuarteteros, peñistas, miembros de la FOPAC… etc.)
debemos acostumbrarnos a trabajar en equipo, y a construir ese Carnaval que
todos llevamos en la mente, el gran Carnaval que queremos.
Manuel Fernández Vázquez
Autor de
Carnaval
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