Póngame kilo y cuarto de concurso, pero quítele los
pitracos.
Nuevamente
otro concurso más, en un blog de carnaval.
En tierra
de nadie y con el anonimato por bandera,
las vanidades, la ignorancia, las amistades, los rencores, las enemistades,
algún que otro cariño, y porque no también algún reconocimiento y conocimiento, salen a la palestra.
De nuevo en
nuestro carnaval, hacemos el chipichanga a la hora de organizar algo, se trata
de elegir a los “mejores” claro está, en función del tiempo que tengan “los sin
otra cosa que hacer” para repetir y repetir hasta la saciedad sus nominados. En este jurado
popular claro esta los lazos familiares son más difíciles de descubrir que en
el de agrupaciones.
¿Seremos
capaces alguna vez de organizar algo ético, sin sombras de duda y nuestro?, tanto que presumimos de que
tenemos un carnaval llamado colombino.
Está
demostrado año tras año que los de la
provincia y fuera de ella solo vienen al
concurso, no al carnaval, a ver si eso nos lo grabamos en la
frente.
El pito de
caña & el blog El coronel, celebran su primera edición de premios, mejor
caja, bombo, tenor segunda, alto, letra, música, dirección, guitarra, punteado. Este
concurso lleva los mismos derroteros que
el anterior, el de Mis carnavalera, habrá
entre dos mil y tres mi l votos mas o menos, de treinta o cuarenta personas, ¡carnavalero arriba, carnavalero abajo!, que se solaparan al teclado de un ordenador. Y como el que le va la vida en ello, con el sándwich
en una mano y la otra en el teclado dejara que hable el corazón que es de pocos entendimientos, más bien de sentimientos.
Así luego los resultados carecen de toda
credibilidad.
Somos tan
pocos, que la consanguinidad o afinidad parece
casi imposible desligarla a la hora de hacer
algo decente, (véase concurso de popurrí de la colombina).
Creo
que fuera del concurso de agrupaciones
nos vendría mejor dedicarnos a hacer muestras y sortear el premio, para así
poder huir de compadres, amigos íntimos, cuñados, yernos, amigos de barra que
deslizan el bolígrafo en esa dirección donde el conocimiento, si existe, se
pierde por los caminos de la incongruencia. Flaco favor para el carnaval.
Donde hay
cuatro gatos a lo mejor se juzga a la persona y no a la
obra, para bien o para mal. O no se sabe
juzgar la obra, que de todo hay en la viña del señor. O pensandolo bien ¿quizás
no haya capacidad de organización? y ese sea el déficit de este carnaval.
Entiendo que
cualquier empresario invente formulas para llenar su negocio, pero creo
que las formas son importantes, las
personas también, y a este carnaval cada
vez se le ven más las carencias que las facultades. Sin olvidar que quienes van
todo el año a ese local que organiza este evento somos en su inmensa
mayoría los carnavaleros de Huelva, política empresarial equivocada a mi parecer dedicarle el concurso a la
provincia
¡que D. Anónimo reparta suerte!
Manuel Fernández
Manuel Fernández
1 comentario:
como????? gracias a la provincia subsistimos Manuel¡¡¡ eternamente agradecidos siempre.
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